El 6 de abril, el Atlético visitó el Camp Nou. En juego estaba LaLiga, en un partido que terminó por ganar el equipo de Valverde con un resultado de 2-0… y un jugador más. Porque antes de que se llegase a la media hora de juego, Diego Costa fue expulsado por Gil Manzano, el colegiado que la próxima jornada pitará a los rojiblancos.
Desde entonces el equipo del Cholo no ha vuelto a cruzarse con el colegiado extremeño sobre el tapiz, toda vez que en septiembre el árbitro ya estuvo a los mandos del VAR en el Mallorca-Atlético. Lo harán, como decimos, este fin de semana, en la visita que rendirá el Espanyol al Wanda Metropolitano, más de seis meses después. Y lo harán después de todo lo que trajo consigo esa expulsión el pasado curso. Porque el trencilla decidió mandar a la calle al goleador del Atlético por decirle, según el propio acta que firmó, «¡Me cago en tu puta madre!». Sin embargo, Costa entró en calera y explicaba al árbitro, según las imágenes que recogió aquel día Vamos, que la expresión que salió de su boca fue «la puta que me parió».
Aunque el Comité de Competición solicitó a Gil Manzano que aclarase el acta de la expulsión de Diego Costa, el jugador terminó siendo sancionado con la friolera de ocho partidos. Ahora, en una nueva temporada y con Mateu Lahoz en el VAR, colegiado y jugador podrán volver a verse las caras sobre el verde.
Por su parte, Cordero Vega impartirá justicia en el Eibar-Real Madrid, con González González desde Las Rozas; mientras que el Barça recibirá al Celta ante el silbato de Cuadra Fernández y con Munuera Montero el VAR.
