Mientras que en Valencia miran de reojo a lo que acontezca con Correa, en el Atlético nadie tiene dudas de que Rodrigo acabará jugando en el Atlético la próxima temporada. La hoja de ruta no ha cambiado ni un ápice desde que se sellara el acuerdo con Peter Lim y el delantero se despidiera de sus compañeros y de los trabajadores del club, con lo que en cuanto el argentino abandone la disciplina rojiblanca, el delantero hispanobrasileño hará acto de presencia en el Metropolitano. Otra cosa bien distinta es cuando puedan concretarse ambos movimientos. Lo ideal sería que fuera más pronto que tarde, pero sea esta semana o la siguiente, tanto la Dirección Deportiva como el cuerpo técnico ya trabaja con la convicción de que el internacional español afrontará el mes de septiembre como complemento de Diego Costa y Morata.
La misma seguridad existente en que Rodrigo será nuevo futbolista del Atlético se traslada a la hora de valorar su llegada. Se entiende que si se trata tanto de fomentar la competencia interna de los dos delanteros de cabecera de Simeone como de disponer de un recambio que mantenga su nivel, no podría haber mejor elección. La carrera que los tres llevan manteniendo en los últimos años por adueñarse del 9 de España puede servir como un claro ejemplo.
La fe depositada en Costa y Morata, así como las expectativas que genera la pareja que forman en el Atlético, es ilimitada. Se les considera dos delanteros de primer nivel, capaces de decidir partidos con su pegada y depositarios de una jerarquía con la que responder en las grandes citas. Ahora bien, se tiene claro que ni uno ni otro pueden ni deben estar al pie del cañón durante 60 partidos, con lo que se ve como una necesidad imperiosa la presencia de un tercer hombre de máxima garantía para entrar en la rotación.
Ahí es donde entra Rodrigo, que aunque a priori pudiera entenderse que su rol estuviera destinado a ser el de suplente de ambos, se le aprecian capacidades más que de sobra para llegar a discutirles la titularidad. Por lo pronto, se le considera como la solución perfecta en casos como los que ya se han presentado al Atlético en estos primeros días de competición con Diego Costa, tendente a perderse partidos tanto por sanción como por lesión.
Delantera de primer nivel
La capacidad de Rodrigo para genera ocasiones, como demuestran las 10 asistencias que repartió en el Valencia la temporada pasada, es otro motivo para justificar su fichaje, pues al mismo tiempo que podría hacer las veces de Morata y Costa ofrecería otras variantes a Simeone en el ataque. Un complemento y un opositor al puesto, en definitiva, que permitiría tanto al Atlético como a la selección española salir beneficiados, pues nadie tiene dudas de que si los tres logran rendir a su nivel durante este curso acabarán formando el ataque también, allá por el mes de junio, en la Eurocopa.