Son dos de los futbolistas que quizá, junto a Felipe y Correa, están sujetando al Atlético en una temporada llena de curvas y complicaciones para los de Diego Pablo Simeone. Fuera de la Champions una vez que Sevilla y Getafe aprovecharon el nuevo tropiezo a domicilio ante el Espanyol, la realidad es que pudo ser un traspiés más doloroso en caso de no haber aparecido ambos protagonistas. Jan Oblak, el que las para. Saúl Ñíguez, el que las mete.
Lo del portero se ha convertido en una costumbre, dulce para los rojiblancos, en las últimas cinco temporadas. Sus intervenciones decisivas han salvado puntos en una cantidad casi incontable de partidos. Sólo este curso ha sucedido ante Levante, Valencia, Real Madrid, Granada… es raro el encuentro en el que el esloveno no dibuje alguna de sus intervenciones decisivas, esas que dan puntos. Ante el Espanyol su firma llegó en una estirada a un gran disparo de Víctor Sanchez que el 13 consiguió rozar con los dedos para mandar el misil al larguero. Un roce justo para evitar el que habría sido el 2-0 y la derrota casi segura de los rojiblancos viendo la dificultad que tienen los rojiblancos para acertar con la portería contraria. Y todo esto apenas un día después de tener que retirarse del césped por un proceso gripal que le impidió ejercitarse el jueves.
En el otro lado del campo apareció otra vez Saúl. Su zurdazo a la jaula elevó a cuatro sus dianas este curso. Más allá del vital logrado ante el Liverpool y que dispara las expectativas en Champions el 8 ha firmado otros tres en Liga. Dos valieron para ganar a Athletic y Osasuna en el Wanda y el tercero, primero lejos de casa esta temporada, para sacar un empate ante el Espanyol. Cuando él marca, otra temporada más, el Atlético nunca pierde.
De hecho eleva a 38 el número de encuentros en su carrera en los que ha marcado con el Atlético sin que los rojiblancos hayan doblado la rodilla en ninguno de estos duelos.El balance es espectacular y deja 33 triunfos y apenas cinco empates cuando el 8 acierta con la portería contraria. Ni una derrota para un futbolista que, junto a Oblak, es fundamental para que los rojiblancos no terminen de caer nunca.